Cuando David Castañon del blog Les Fartures y Juanjo del restaurante Vinoteo (ganador al mejor cachopo en dos ediciones), me invitaron a esta cata, el calendario quedó marcado de forma irrenunciable.
Para los que sois asiduos a mi blog ya conocéis de mi debilidad por las buenas cervezas, y esta era una buena ocasión para rodearme de tres de los más importantes beer brewers de nuestra región y conocer su historia en el cada vez más influyente mundo de las cervezas artesanales.
Ordum es la marca bajo la que Frank Delgado y Blanca Fresno desde su pub Ca’ Beleño en Oviedo, produce con la misma intensidad que apoya la música en directo.
Caleya, originaria de Rioseco (Sobrescobio), sus creadores en 2010 son Silvestre Alonso y Cesar García, que se han trasladado recientemente a Langreo para aumentar su producción.
Cotoya, arrancó en Santo Adriano y de los tres su producción es la más reducida aunque Diego Rodríguez, alma mater de este proyecto, nos sorprende con variedades estacionales limitadas de altísimo nivel.
El otro invitado de excepción era el gochu asturcelta, una raza autóctona de cerdos que con una cria mucho más limitada y un sabor excelso está dando mucho que hablar en el mundo de la restauración. Quien lo prueba repite, pero ojo, no todo gochu que reluce es asturcelta y a pesar de que está regulado sin el suficiente apoyo institucional corremos el riesgo de encontrarnos con un GochuGate al igual que sucedió con la carne de buey.
Javier García Méndez de Exclusivas Méndez fue el encargado de suministrar la buena materia prima que Juanjo nos sirvió.
El ambiente fue muy bueno, participativo, divertido y enriquecedor, los allí presentes aprendimos más de cervezas y gochus, un tema apasionante que conquista estómagos y paladares.
Comenzamos con unos embutidos que se maridaron con la Ordum Speltia de escanda y la Cotoya original. El chorizo y el salchichón me parecieron superlativos, el jamón no tanto.
Seguimos con el magnífico perrito acompañado de la Caleya Goma2, una IPA con sabores intensos a fruta tropical y la sorprendente Idaeus de Cotoya, una cerveza de frambuesa muy alejada de sabores dulces empalagosos que ofrecen otras marcas.
Finalizamos con un «postre» muy particular. La creación de Borja Alcazar, del Abrelatas en Pola de Siero, para el Campeonato de Pinchos fue este gochin de chocolate relleno de carrillera. Una combinación extraordinaria que me recordó a los bombones de Campoviejo y El Horreo con sus rellenos de sabadiego.
Si hay un tipo de cerveza que marida como anillo al dedo con chocolates y caza, esas son las tipo stout. Cervezas negras con aromas torrefactos que no dejan indiferentes, como la stout de Ordum y la Marialuisa de Caleya, un homenaje al mundo de la minería en su serie Carbonera.
Siempre es un placer sentarse a la mesa rodeado de apasionados de la gastronomía y ocasiones como esta, suscitan el interés por indagar más en nuestros productos autóctonos.
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