Aunque no sea un excesivo consumidor de pollo, de vez en cuando me gusta comprar uno asado, esos que te venden en las cada vez más escasas rostizadoras. No suelen ser muy grandes en tamaño, pero si que me dan bastante vidilla para montarme al menos dos platos, uno con el asado propiamente dicho, y otro desmenuzando las pechugas para hacerme un sandwich vegetal.
Este era mi pensamiento hasta que me compré una cocotte, no sería yo el que dejase el horno como la playa de Omaha en el Desembarco de Normandía, solo pensar en tener que limpiarlo me quitaba las ganas de hacerlo en casa. Con la llegada de la cocotte, un nuevo mundo se abrió ante mi, y daba por finalizada la guerra.
Esta cacerola de hierro fundido apta para el horno, una vez tapada permite cocinar los alimentos extrayendo todos los jugos y dejando las carnes en su punto óptimo, además de no manchar un ápice. En este blog ya os dejé una versión de Pollo en Cocotte con Frutos Rojos y como el resultado fue tan satisfactorio, mi primer pensamiento fue repetir con un pollo al limón, al que luego amplié el toque cítrico.
Una cosa te lleva a la otra y además de combinar con limón y naranja, añadí una mezcla de mostaza a la naranja y una pasta de chile que me había regalado Beatriz, del blog Mi Gourmetta. De esta manera le daría un contrapunto picante para obtener una salsa de toma pan y moja.
Tal y como podréis ver en la vídeo receta, me pasé con la abundancia de cítrico ácido, pero que no salten las alarmas, nada que no pudiese solventar añadiendo una cucharada sopera de azúcar moreno durante la reducción de la salsa.
Huelga decir que cuanto mejor sea el pollo que utilicéis, mejor sabrá, pues nada tienen que ver los pollos encarcelados de Auschwitz, con los que campan a sus anchas. Para empezar unos están más blancos que Iniesta de veraneo en Ibiza, y los otros los distinguiréis de lejos como el tupé amarillo anaranjado de Trump; pero además sus carnes van en consonancia y sin duda el rosado saludable pinta más apetecible que los aparentemente recién succionados por Drácula.
Aunque no lo deje reflejado en fotos, el acompañamiento de un puré de patata trufado sin duda hizo que la mezcla con la salsa fuese una auténtica golosina. Como idea, si no queréis repetir, las piezas sobrantes las desmenucé y junto a un guacamole casero, nos montamos una cena de burritos que fue todo un festival chicano.
Ingredientes:
1 pollo de 2kgs, 6 limones, 2 naranjas, 3 dientes de ajo, 2 zanahorias, 1 puerro, 2 cebollas, 2 tomates, 200grs de seta shiitake, 1 vaso de vino blanco, 1 buen chorro de Cointreau, 2cdas de mostaza de naranja, 2 cdas de pasta de chile, 1cda de azúcar moreno, AOVE, sal y pimienta.
Comenzaremos la receta pelando y aplastando los ajos con la palma, el puerro y la zanahoria cortados en rodajas gruesas, la cebolla en octavos y el tomate pelado y despepitado cortado en brunoise. Exprimimos tanto la naranja como los limones hasta obtener mas o menos un vaso y a continuación salpimentamos el pollo.
Un toque muy especial os lo dará cortar un limón en longitudinal y quemarlo con un soplete tanto la pulpa como la corteza, lo introducimos en el interior del pollo y lo bridamos de manera sencilla con una cuerda especial de cocina, por las patas y por las alas.
En la cacerola pondremos unas tres cucharadas de aceite y doramos el pollo por todas sus caras, mientras cortaremos las setas a la mitad, luego lo retiramos a un plato y en el mismo aceite mezclado con la grasa que ha soltado la piel, hacemos bailar el ajo machacado y sin que se dore añadimos el puerro, zanahoria y la cebolla, rehogamos y dejamos hacerse a fuego medio sin que llegue a pochar.
Ahora nos tocará ponerle la mostaza de naranja y la pasta de chile, embadurnamos el pollo con mimo y por todos los lados. A las verduras le añadimos el tomate, mezclamos durante un minutos y entonces les toca hidratarse con un buen chorro de Cointreau y medio vaso de vino blanco, dejamos que se evaporen los alcoholes y agregamos los zumos de la naranja y el limón, dejamos que se mezcle todo durante un minuto e incorporamos el pollo.
Taparemos nuestra cocotte y en un horno precalentado a 140º hornearemos con la tapa puesta durante hora y media, después quitaremos la tapa y gratinamos. Sacaremos el pollo de la cocotte, le quitamos las cuerdas, sacamos el limón de su interior y lo trinchamos dejando separados los muslos con su contramuslo, las alitas y las dos pechugas.
Echamos el limón braseado a la cocotte, añadimos una cucharada de azúcar moreno y a fuego máximo reducimos nuestra salsa. Emplatamos las piezas deseadas y salseamos, decoramos con el trozo de limón.
Muy buena pinta lo voy a hacer.
Libre de virus. http://www.avast.com
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Sale súper jugoso, no olvides meterle el limón braseado en el interior, le da un puntazo
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