Desde que estas pasadas Navidades mi amiga Elena se acordó de mi trayéndome desde Málaga un par de salsas, he estado pensando utilidades para las mismas y mientras llegan otras, aquí os presento esta versión japonesa de nuestras tradicionales patatas bravas.
Podéis pensar que estoy ocioso y que poco tengo que hacer. Todo depende de los puntos de vista, para mi complicarme la vida en la cocina es un hobby como para otros puede ser la lectura o estar tirado viendo en el sofá lo que quiera que pongan en la televisión.
Digo esto porque bien podía haber frito unas patatas y salsear al estilo tradicional español, pero…¿donde estaría la gracia?. Tampoco es que me haya roto los cuernos y el resultado bien merece un poco de dedicación.
Cuando presenté las salsas en Sociedad, Javier Pereira del restauranteMiyagi en Nigrán me sugirió mezclar ambas y seguí su consejo. El resto, pasión por lo japones y neuronas en estado de embriaguez.
La mayonesa japonesa se diferencia en que incorporan soja, vinagre de arroz y glutamato monosódico.
La salsa picante base para el kimchee coreano que mezclaremos con la col china se compone entre otros de : glucosa de maíz, manzana, vinagre, mandarina, pimiento rojo, vegetales encurtidos, soja, bonito seco, jengibre, extracto de calamar y alga tangle.
La elaboración no tiene mucho misterio, un poco de manualidades recortando la patata para darle forma de sushi y decorar como si fuesen pequeña joyas para comer de un bocado.
Ingredientes:
Patatas, mayonesa japonesa, kimuchi no moto, aceite de girasol, alga nori en laminas, sésamo negro, huevas de mujjol, perlas de yuzu y katsuobushi.
Pelaremos las patatas e iremos trabajándolas hasta obtener cubos, vaciaremos con ayuda del utensilio correspondiente. Mezclamos las dos salsas en un bowl.
Las cocemos sin sal porque nuestra salsa ya es bastante salina. Después las secamos bien y freímos en abundante aceite de girasol dejándolas que recudan todo el aceite en papel absorbente
Tomamos una hoja de alga nori y según la anchura correspondiente iremos cortando tiras, envolvemos y sellamos el extremo mojando con un poco de agua. Para la otra versión rebozamos con el sésamo negro.
Rellenamos el hueco con la «salsa brava», decoramos con unas huevas o perlas y una lasca de bonito seco (katsuobushi).
Sin palabras… Me has dejado sin palabras. Solo puedo decir ESPECTACULAR!!!
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Gracias Nani, la verdad es que me siento orgulloso de esta receta.
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Buff que receta y que pintaza!Algunos ingredientes ni los conozco, pero tomo nota.
Luego me has dado ideas porque esos cubiletes de patatas les veo mucha utilidad para otras recetas.
Besines.
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Si, los ingredientes son rarunos jajaja pero como bien aprecias esos cubiletes dan mucho juego para unas patatas rellenas fashion por ejemplo. Bss
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Muy buena idea, tienen que estar espectaculares, te has salido.
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Gracias. La verdad que había visto una vez presentar las bravas en cubiletes de patata y me gustó la idea. El resto, mis habituales paranoias.
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Algo parecido, pero más sencillo lo hacia Sergi Arola con sus bravas, aunque te tengo que decir que me parecen mucho más originales las tuyas.
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Uff que me compares con un plato de Sergi Arola y lo ponderes por encima, joder que estas cosas animan mucho!!!
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