Ya sabéis que me gusta dar explicaciones sobre las motivaciones que me llevan a hacer algunas recetas, puede que esta parte os aburra, pero yo la considero importante al objeto de abrir mentalidades y veáis como funciona la mía. Es parte del proceso creativo u organizativo a la hora de ponernos a cocinar, porque si no la fomentamos es probable que acabemos cocinando lo mismo, lo que más fácil o rápido nos parezca.
En este caso me había sobrado un trozo de atún rojo, el resto lo había utilizado en una ensaladilla. No me quise complicar la vida en una cena rápida y para ello nada mejor que un tataki, sin embargo buscando como ensalzarlo me «inventé» una salsa japonesa que me llevaría al día siguiente a preparar este wok.
Tenía un calamar de potera no muy grande y quise hacer un poco de limpieza tanto en nevera como en el congelador, donde me quedaban ocho gambones. El resultado ha sido este sencillo wok en el que la salsa japonesa del día anterior aportaría todos los matices que buscamos en una receta asiática.
Ya sea para salsear o marinar os recomiendo buscar vuestro propio camino, no os puedo comentar las medidas porque se van ajustando sobre la marcha aunque en la vídeo receta más o menos podréis calcular. Sucede lo mismo cuando hacemos un salmón curado o buscamos especiar una carne, un poco de aquí, un mucho de allá, un pelín de esto que no se si funcionará y muchas dosis de diversión se acaban reflejando en una sorpresa a la hora de comer.
Os voy a enumerar todos los ingredientes que se me ocurren para elaborar vuestra salsa, según mezclemos podremos obtener un caldo dashi, una ponzu, una teriyaki..etc: salsa de soja, alga kombu, mirin, kome su (vinagre de arroz), sake, katsuobushi, sichimi togarachi, lima, limón, yuzu, jengibre fresco, aceite de sésamo, umeboshi, agua.
Para mi salsa mezclé jengibre natural rallado, unas gotas de aceite de sésamo, vinagre de arroz, sichimi togarachi, katsuobushi y soja, la añadimos al final del cocinado para que se impregnen todos los ingredientes.
Ingredientes:
1 calamar de potera, 8 gambones, 3 dientes de ajo, 2 guindillas thai, 1 cebolla, 1 pimiento rojo, 1 pimiento verde, 2 zanahorias, arroz basmati, agua y todos los ingredientes para la salsa mencionados arriba.
El primer paso será limpiar el calamar, retirar las cabezas de los gambones que reservaremos y pelar las colas eliminando el tracto digestivo. Seguimos pelando y cortando, los ajos en fina brunoise junto con los chiles, las zanahorias en rodajas grandes, la cebolla en octavos y los pimientos en trozos grandes.
Pondremos el wok con un par de cucharadas de aceite, agregamos el ajo y el chile, cuando empiece a bailar añadimos el calamar que habremos cortado en tiras. Lo dejamos hacerse hasta que esté blando, lo retiramos y reservamos.
Añadimos un poco más de aceite y salteamos el resto de verduras, cuando hayan pasado un par de minutos le pondremos las cabezas de los gambones para que suelten todos sus jugos, tendremos mucho cuidado al macharlas para que no queden restos porque una vez esté todo bien pochado las retiramos y añadimos el calamar.
Paralelamente preparamos nuestra salsa rallando un buen trozo de jengibre, generosos con el sichimi togarachi, un puñado de katsuobushi, unas gotas de aceite de sésamo, un buen chorro de vinagre de arroz y completamos con la salsa de soja, mezclamos y dejamos unos minutos antes de colarlo.
Ponemos a cocer el arroz en abundante agua con un poco de sal, escurrimos bien. Añadimos la salsa al wok y pondremos los gambones con el fuego apagado o al mímino, será sufuciente para que se hagan con el calor residual. Finalmente iremos añadiendo arroz y mezclando hasta obtener una mezcla homogénea, según gustos si os apetece poneis más arroz. Listo para servir y si os va lo cítrico, exprimir por encima media lima.
Cómo me gustan estos platos!!!! Se me antojan a todas horas!😍
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Yo rápido que se hacen, eso es un plus para repetir
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